La nueva realidad a la que se enfrentan sus ahorros - Acacia
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La nueva realidad a la que se enfrentan sus ahorros

La nueva realidad a la que se enfrentan sus ahorros

Febrero de 2018 representa un duro bofetón que nos ha despertado de un bonito sueño. Un mundo onírico en el que acciones y bonos, a pesar de ser activos con naturalezas contrapuestas, se comportaban como la mejor de las parejas de patinaje artístico imaginables a la hora de ofrecer rentabilidades positivas a los inversores. Y por supuesto, de manera sincronizada y sin apenas brusquedades.

Macro inyecciones de liquidez por parte de los Bancos Centrales,  tipos de interés negativos (donde a uno le quitan dinero si ahorra y le pagan por arriesgar) y compras de bonos de empresas privadas por parte de las autoridades monetarias, han construido una realidad virtual paradisiaca de la que casi nadie quiere salir (salvo los ahorradores más conservadores y los profesionales de la inversión más analíticos a los que les cuesta digerir rentabilidades de tres dígitos). Hasta el sector inmobiliario vuelve por sus fueros,  en una reedición del día de la marmota, donde uno tiene que frotarse los ojos para asegurarse que está despierto cuando vuelve a ver el precio del metro cuadrado en muchas ciudades.

Y bien es cierto que dicho océano financiero de calma ya lleva un par de años presentado cierto mar de fondo.  La marcha de los negocios, la calidad de los balances y el comportamiento de los sectores en los que esas compañías se desenvuelven, han pasado a un segundo plano. Son características colaterales como los niveles de volatilidad de un título, el comportamiento de la cotización los últimos meses, el tamaño, la política de dividendos o de endeudamiento de la misma, las que mejor explican las rentabilidades generadas (factor risks). Han proliferado productos de gestión pasiva, que centrado sus compras en determinadas tipologías de compañías, han provocado movimientos (style rotations) que han llevado a que empresas de más calidad tengan peor comportamiento que las  que podríamos etiquetar de casquería financiera (para mayor pesadilla de fondos con la etiqueta de market neutral que tratan de aislarse de si los mercados suben o bajan). Es admirable como empresas, que no cubren su coste de financiación con la rentabilidad sobre recursos propios, son las que lideran los ranking de rentabilidad a 2 años.

Master Finanzas MFIA

Este comienzo de ejercicio nos ha recordado una obviedad, y no es otra que si durante años y años los activos tradicionales pueden subir a la vez, también pueden hacer lo mismo pero en sentido contrario. Y si eso es así, hay que empezar a asumir que parcialmente cambian las normas de juego y que lo que entendíamos por diversificación o descorrelación hay que redefinirlo. Aunque el estadio es el mismo y hay un balón de por medio, pasamos del fútbol al rugby, o dicho en términos financieros, las rentabilidades empiezan a basarse más en tendencias, reversiones o niveles de dispersión entre activos, y menos en si estas se aplican sobre acciones, bonos, materias primas o divisas.

Lo que hemos vivido en la semana previa a los carnavales, es una pedagógica lección disfrazada de susto. La careta con la que se nos ha presentado es la de un posible repunte de las expectativas de inflación o efectos secundarios de tener que deshacer 300.000 millones de dólares en ETFs inversos de volatilidad, pero lo que hay debajo son varios avisos a navegantes. Ni el comportamiento entre activos (correlaciones), ni las condiciones de liquidez, ni las expectativas de rentabilidad / riesgo van a parecerse los próximos 10 años a lo vivido en la década anterior. Un asesoramiento profesional, sofisticar la manera en la que se controla el riesgo de las carteras e incorpora nuevas formas de generar rentabilidad, van a ser necesidades básicas de todo inversor. No vale ser un integrista de la sencillez. Vienen tiempos distintos, porque  la renta fija ni renta ni es fija y  porque las valoraciones de muchas Bolsas han superado la troposfera. Toca buscar ideas de inversión que lo puedan hacer bien si toca nadar contra corriente. Se puede seguir ganando mucho dinero, pero las formas van a ser muy diferentes, y teniendo muy en mente que activos con grandes rentabilidades pasadas, no son garantía de rentabilidades futuras, sino todo lo contrario.

 


Con la sección “Porque no sabemos de todo” buscamos ofrecerles otras opiniones, las de grandes profesionales del sector de la inversión. Acacia Inversión se enorgullece de contar con las aportaciones de nuestros invitados y está muy agradecida por su colaboración, aunque debemos advertir que las opiniones que ellos expresan en sus artículos pueden no coincidir necesariamente con las de nuestro equipo. Algo que, en todo caso, es un motivo más de satisfacción pues muestra la absoluta libertad que queremos ofrecer a los invitados, en beneficio de nuestros clientes.

Juan Ramón Caridad
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