Reflexiones a partir de nuestra experiencia en la inversión sostenible
24016
post-template-default,single,single-post,postid-24016,single-format-gallery,ajax_fade,page_not_loaded,,qode_grid_1300,footer_responsive_adv,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-9.5,wpb-js-composer js-comp-ver-6.1,vc_responsive
 

Reflexiones a partir de nuestra experiencia en la inversión sostenible

Reflexiones a partir de nuestra experiencia en la inversión sostenible

ESG e inversión sostenible. Antecedentes

Aunque parezca que la inversión ESG es algo relativamente nuevo, de una forma u otra ha estado presente en mayor o menor medida en las carteras de inversión de los clientes. Conviene recordar que el cliente institucional normalmente ya tenía en cuenta criterios medioambientales, sociales o de buen gobierno a la hora de elegir compañías. En el caso de Portocolom AV, donde gran parte de nuestros clientes son y han sido desde hace más de 15 años congregaciones religiosas y fundaciones, siempre lo hemos tenido presente.

Lo que sí estamos viviendo es una sofisticación de las compañías cotizadas a la hora de reportar su información en materia ESG. Esto permite a asesores y gestores obtener mejores métricas, pudiendo dar respuesta a los clientes a la pregunta de dónde va su dinero, y qué impacto, tanto positivo como negativo, generan sus inversiones. Respecto al cliente de banca privada, empezamos a notar cómo las nuevas generaciones manifiestan un interés cada vez mayor por encontrar coherencia entre su manera de trabajar, de vivir y de invertir, apostando cada vez más por inversiones en empresas con propósito e impacto. Su patrimonio es el vehículo para alcanzar sus objetivos vitales y como tal debemos ayudarles en la definición de esos objetivos.

Nos gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones que hemos obtenido a través de nuestra experiencia en el desarrollo de la inversión sostenible.

Inversiones con impacto y para impactar

Creemos que es fundamental entender e interiorizar la distinción entre inversión con impacto e inversión para impactar. La inversión con impacto busca la creación de valor económico de forma que también genere valor para la sociedad. En nuestro caso, hemos desarrollado un modelo propio de análisis para detectar este tipo de empresas que cumplen con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estaríamos hablando de negocios tradicionales cuyo objetivo es tratar de hacer las cosas de manera cada vez más responsable, no sólo maximizando valor para sus accionistas, también para el entorno.

Por otro lado, la inversión para impactar tiene como base la innovación social y se centra en buscar soluciones que respondan a un problema social o medio ambiental. A la hora de tomar decisiones, el factor diferencial es el impacto positivo que tenga la empresa, por lo que el inversor está dispuesto a tener un horizonte temporal mayor y a maximizar el trinomio rentabilidad financiera, riesgo e impacto. Por el lado del empresario, su empresa no habrá tenido éxito si al retorno financiero no le acompaña el retorno proveniente de dar respuesta al reto social o ambiental que se había propuesto. Estas inversiones se canalizan principalmente a través de activos ilíquidos, como por ejemplo fondos de capital riesgo, cuyo origen específicamente tenga tanto objetivos económicos como el de la transformación social o medio ambiental.

La importancia de la S dentro del ESG

En el sentido más amplio de la palabra, la sostenibilidad consiste en asegurar las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones. Estamos viendo que tanto la normativa europea como el lanzamiento de nuevos productos ESG están centrando sus esfuerzos en aspectos medioambientales. Si bien es cierto que en muchas ocasiones es más sencillo poner el foco en la parte de medio ambiente y medir el impacto de una compañía a través de sus emisiones de CO2, si nos ceñimos a la definición de sostenibilidad la parte social juega un papel fundamental.

Tal y como hemos comentado previamente, la inversión para impactar tiene como base la innovación social. Por ello, creemos que en los próximos años las inversiones más centradas en impacto social pueden verse favorecidas, tanto por la parte del desarrollo de la nueva taxonomía como por lo que ha supuesto la pandemia, no sólo en la manera de funcionar de los negocios, sino también en la manera de entender la vida desde los puntos de vista social y económico.

Portocolom AV

Factores a tener en cuenta en la inversión sostenible

Uno de los principales temas a la hora de analizar y medir el impacto de las compañías es la gran dispersión de los principales proveedores de datos a la hora de puntuar a las compañías. No hay homogeneidad en el análisis y en muchos casos la interpretación de datos no es sencilla o da lugar a confusión.

Otro de los factores a tener en cuenta es la manera en la que aplicamos criterios de sostenibilidad a la hora de elegir o no una compañía. La exclusión de sectores es una de las estrategias que llevan a cabo las gestoras para potenciar la inversión ESG, pero podría no ser la más adecuada para avanzar en este sentido. Por ejemplo, si se excluye un sector en su conjunto, no le das la oportunidad de reinventarse, penalizando una visión a largo plazo. En nuestra opinión, hay que dar tiempo a las empresas para que puedan actuar en un marco con unas condiciones que no son las mismas que hace unos años. Además, las exclusiones no son tan fáciles de aplicar como pueda parecer en un primer momento. Dicho esto, cada cliente tiene una casuística particular y en algunos casos sí que tiene sentido aplicar filtros de exclusión, aunque somos un poco agnósticos de las etiquetas convencionales.

Un paso más allá del filtro de exclusiones para aproximarse a la inversión ESG es seleccionando a las mejores empresas dentro de un mismo sector (best in class). Es también válida, pero pensamos que al elegir este método se están seleccionando empresas que ya tienen poco margen de mejora. Por ello, aquellas empresas que tengan un plan, lo cumplan y cuyo impacto en la sociedad sea mejor que el daño que generan, tanto en sus cadenas de producción y sus operaciones como en los productos que comercializan tendrán una ventaja competitiva duradera en el tiempo. Es lo que conocemos como best effort, o buscar aquellas empresas que quieran mejorar sus prácticas, las que tienen un compromiso y con el tiempo vemos que lo van cumpliendo.

Muchas veces nos olvidamos de que en el camino de la sostenibilidad debe haber una transición progresiva y ordenada para que precisamente esta mejora sea “sostenible” y permita que todo tipo de empresas, de gran capitalización o pequeñas compañías, de países desarrollados o emergentes, puedan adaptarse al nuevo entorno.

Por último, debemos estar muy atentos ante todas las prácticas de greenwashing que puedan producirse para lavar la imagen frente a inversores, obteniendo además financiación más barata por el cada vez más conocido efecto greenium, que no es más que la prima en precio que suele pagar el comprador de un bono verde en comparación con otro bono de la misma compañía que no tenga características sostenibles.

Conclusiones

La inversión sostenible no para de evolucionar, lo cual es muy positivo para todos aquellos que consideramos que una convicción y estrategia basadas en estos activos, que tienen en cuenta los riesgos climáticos, sociales y de calidad de gobierno corporativo, añade valor a nuestras inversiones de cara al medio y largo plazo. La pandemia no ha hecho más que acelerar y consolidar la inversión sostenible, una tendencia que ha venido para quedarse. Además, la regulación está siendo modificada para promover y estimular las inversiones sostenibles y existe una clara determinación tanto de las instituciones públicas como privadas de canalizar flujos hacia este tipo de iniciativas.

Todo esto nos hace ser muy optimistas ante la evolución de la inversión con impacto y creemos que, en un futuro no muy lejano, hablar del trinomio rentabilidad-riesgo-impacto será lo habitual para todos. Finalmente, no debemos olvidarnos de que el objetivo último es el de dotar de transparencia al inversor para que éste pueda tomar decisiones de inversión más informadas.

 


Con la sección “Dinero responsable” buscamos ofrecerles otras opiniones, las de grandes profesionales del sector de la inversión responsable. Acacia Inversión se enorgullece de contar con las aportaciones de nuestros invitados y está muy agradecida por su colaboración, aunque debemos advertir que las opiniones que ellos expresan en sus artículos pueden no coincidir necesariamente con las de nuestro equipo. Algo que, en todo caso, es un motivo más de satisfacción pues muestra la absoluta libertad que queremos ofrecer a los invitados, en beneficio de nuestros clientes.



[related_post themes="flat" id="24016"]

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, ACEPTAR

Aviso de cookies