15 Nov Financiación alternativa para las pymes: ¿realidad o ficción?
La financiación alternativa para las Pymes se ha puesto de moda. En los últimos tiempos son muchas las voces que buscan atraer nuestra atención con mensajes sobre las distintas posibilidades de financiación para la pequeña y mediana empresa, no sólo a través de fondos de inversión o mercados alternativos bursátiles, también de otras fuentes como las plataformas participativas. ¿Pero cuánto hay de verdad y cuánto de falacia en esos cantos de sirena que tan dulces suenan a nuestros oídos?
No podemos olvidar que fue la contracción de la oferta crediticia la que hizo que las fuentes de financiación alternativas surgieran de forma espontánea, y que lo hicieran como una formula capaz de mediar entre las necesidades de inversión y las de financiación a través de canales no bancarios.
Aunque el actual entorno económico europeo, caracterizado por tipos de interés bajos e incremento de la liquidez, ha mejorado el acceso a la financiación de la pequeña y mediana empresa, no podemos descartar que un empeoramiento de ese escenario, en el que hipotéticamente se imponga la escasez del crédito o resurja la crisis financiera, podría volver afectar negativamente a la financiación de nuestras empresas, y en especial a las Pymes.
Y esa situación podría verse agravada aún más por el hándicap de contar con un sector empresarial que, en el caso español, sigue estando altamente bancarizado, y continúa a la cola de Europa en cuanto al empleo de las nuevas fuentes de financiación, y ello a pesar del importante incremento de su uso registrado en los dos últimos años.
Y ante esta perspectiva, el sentido común lleva a preguntarnos: ¿acaso no diversificamos nuestras carteras? ¿Entonces porque no diversificamos a nuestros proveedores financieros? Y la respuesta no puede ser más lógica: diversifiquemos nuestras fuentes de financiación, pero antes de hacerlo, desapalanquemos y saneemos nuestros balances, no volvamos a cometer los mismos errores de siempre. Y es que en ELKARGI, como Sociedad de Garantía Recíproca de referencia, líder en el sector español de las SGR, después de casi 38 años apoyando y mejorando la financiación de las Pymes, sabemos mucho de esto.
Y también sabemos que, para implementar estas nuevas formas financieras, las empresas necesitan dotarse de una mayor flexibilidad y prever con tiempo sus necesidades en el terreno de la financiación. Porque no cabe duda de que el uso de estas mejores prácticas empresariales, así como la formación e incentivación de los responsables que han de tomar las decisiones, mejoran y fomentan notablemente la cultura empresarial, y con ello consolidan y dan estabilidad al proceso financiero.
Siempre deberemos tener en cuenta cual en el instrumento óptimo para la financiación de nuestras empresas, atendiendo al volumen de negocio, los flujos de efectivo y el importe a financiar, entre otros factores. Y también deberemos de ser conscientes de que la diversificación nos permitirá combinar distintas fuentes de financiación, a través de diferentes instrumentos a plazos y dimensiones empresariales diversos. Deberemos, en definitiva, ser capaces de realizar nuestro “traje a medida financiero”.
Por otra parte, la aparición de estas nuevas fuentes de financiación otorga nuevas oportunidades a empresas e inversores. Estos últimos tienen ante sí un abanico de posibilidades, cada vez más amplio, para acceder a nuevos mercados e instrumentos de inversión más sofisticados y complejos, capaces de aglutinar activos con mayores rentabilidades, y sin necesidad de correlación entre ellos. Y es que no debemos de olvidar que se trata de activos ilíquidos y de mayor riesgo crediticio.
Y llegados a este punto, visto lo visto, y oído lo oído, cabría preguntarnos: la financiación alternativa para las Pymes es ¿realidad o ficción?
Y para responder a esta cuestión, habremos de empezar constatando que el acceso a estos nuevos mercados sigue estando restringido, o inmerso en enormes dificultades, para las empresas más pequeñas, y que existen mecanismos de financiación que solo son posibles cubrir por las fuentes de financiación bancarias. Y es que no podemos entender la financiación alternativa de manera aislada, sin contar con la bancaria. La financiación alternativa debe ser siempre vista como complementaria a la de la banca. Y por lo tanto debiéramos hablar, simple y llanamente, de Financiación Complementaria.
A pesar del creciente uso de las nuevas fuentes de financiación, aún resta mucho camino por recorrer para ponernos a niveles de otros países europeos. Y ese tránsito planteará nuevos retos regulatorios y culturales, a los que habrán de hacer frente inversores y empresas. En ELKARGI, como no podía ser de otra forma, estaremos al lado de las Pymes para apoyarlas y asesorarlas en ese proceso.
Con la sección “Porque no sabemos de todo” buscamos ofrecerles otras opiniones, las de grandes profesionales del sector de la inversión. Acacia Inversión se enorgullece de contar con las aportaciones de nuestros invitados y está muy agradecida por su colaboración, aunque debemos advertir que las opiniones que ellos expresan en sus artículos pueden no coincidir necesariamente con las de nuestro equipo. Algo que, en todo caso, es un motivo más de satisfacción pues muestra la absoluta libertad que queremos ofrecer a los invitados, en beneficio de nuestros clientes.
- Financiación alternativa para las pymes: ¿realidad o ficción? - noviembre 15, 2017