18 Dic De la Tulipomanía a la ‘Everything Bubble’: ¿Burbujas financieras o mercados eficientes?
Este post iba a ser un Gráfico del Mes, nuestra columna mensual en Acacia Inversión, donde analizamos temas financieros a través de gráficos que cuentan historias. Sin embargo, cada vez que leo la palabra «burbuja», no puedo evitar que me vengan a la cabeza recuerdos del primer año en el máster de Banca y Finanzas Cuantitativas.
En una de esas clases nos enseñaron el mítico video “Are Markets Efficient?” (¿Son los mercados eficientes?), en él, Eugene Fama y Richard Thaler debaten sobre la eficiencia de los mercados y, por supuesto, sobre el concepto de burbuja.
Sigo reflexionando sobre aquel video, que he visto y compartido un puñado de veces. La eficiencia de los mercados siempre me ha fascinado. De hecho, Karen Croxson y J. James Reade (2014) podrían haber encontrado la primera evidencia empírica que respalda esta idea. Pero dejaremos a estos autores para otra ocasión. Ahora, y para que esto no se convierta en un ensayo eterno, vayamos al debate entre Fama y Thaler.
Por un lado, Fama niega la existencia de una burbuja bajo el argumento de que tendría que ser predecible, lo que iría en contra de su teoría de los mercados eficientes. Por otro lado, Thaler insistía en que la psicología humana —esa mezcla de FOMO (comportamiento impulsivo de los inversores que compran activos por el temor de quedarse fuera de una subida de precios), pánico y euforia— es la que hincha y desinfla estos ciclos.
Gráfico de la historia de las burbujas financieras (clic para ampliar)
Y aquí estamos, mirando un gráfico para el que ambos premios Nobel tendrían muchos argumentos. Así que, mientras seguimos discutiendo si las burbujas existen o no, comentemos este gráfico que, si no son burbujas, al menos parecen picos bastante sospechosos.
El gráfico: un viaje por los momentos “¿Qué estaba pensando la gente?”
• Tulipomanía (1637) 🌷 El clásico de los clásicos, la primera crisis financiera de la historia. En el siglo XVII, los tulipanes se convirtieron en objeto de especulación y su precio se disparó como si fueran el Bitcoin de su época. Al final, alguien se dio cuenta de que, bueno… solo eran flores, y el precio colapsó. Lección aprendida: las cosas no valen más solo porque de repente todos las deseen. O eso creíamos.
• South Sea Bubble (1720) 🌊 Las acciones de la South Sea Company subieron gracias a promesas vagas y mucha imaginación. Al final, lo único que quedó fueron pérdidas para quienes llegaron tarde. Pero, al parecer, la creatividad financiera no murió con esta burbuja; solo se reinventó.
• La Gran Depresión (1929) 📉 Aquí el desenlace no fue solo pérdidas financieras, sino un colapso económicoglobal. Este caso nos recuerda que, a veces, cuando todo parece ir demasiado bien, es hora de preguntar: ¿qué me estoy perdiendo?
• Burbuja del oro (1980) 💰 Cuando todo lo demás falla, nos refugiamos en el oro. Pero incluso un activo «seguro» puede caer víctima de la especulación. En los 80, el oro alcanzó precios récord solo para desplomarse después. Una montaña rusa dorada, literalmente.
• Burbuja.com (2000) 💻 Los 90 nos dejaron un nuevo mantra: «si es tecnológico, vale millones». Si tenías una empresa con un «.com» en el nombre, los inversores estaban dispuestos a financiarte, aunque tu negocio fuese vender juguetes virtuales para perros (Pets.com fundada en 1998, salió a bolsa en febrero del año 2000 a 11$/acción, en noviembre desapareció).
• Burbuja inmobiliaria (2008) 🏠 «Las casas nunca bajan de precio», decían. Hasta que lo hicieron. Este episodio nos enseñó que los fundamentos siempre importan, incluso cuando todo parece subir sin freno.
• Bitcoin (2017 y 2021) ₿ Las criptomonedas son como el invitado de la fiesta que no deja de volver. Suben, bajan, vuelven a subir y, cuando menos te lo esperas, explotan (o se desinflan). Este gráfico captura dos momentos clave en esa historia que, aparentemente, está lejos de terminar.
• Everything Bubble (2024) 🌍 Y aquí estamos, en lo que algunos llaman «la burbuja de todo». Viviendas, criptomonedas, acciones tecnológicas… ¿Qué sigue? El tiempo dirá, pero este gráfico sugiere que estamos en la cima de algo grande.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
El debate entre Fama y Thaler sigue vigente. Para Fama, todo esto es ruido dentro de mercados eficientes. Para Thaler, es la consecuencia inevitable de nuestra psicología como inversores. Independientemente de cómo lo llamemos —burbuja o simplemente sobrevaloración temporal—, lo que suele pasar es que estos ciclos terminan en ajustes.
Si algo nos enseña este gráfico es que la historia no siempre se repite, pero sí rima. No importa si lo llamamos burbuja o no, lo que parece claro es que cuando las expectativas superan la realidad, los mercados ajustan. Y ahí es donde la paciencia y la disciplina pueden marcar la diferencia. Por eso, parece un buen momento para recordar:
1. Diversifica: Cuando todo parece caro, tener una cartera variada reduce riesgos.
2. Antifragilidad: Invierte en activos que puedan beneficiarse del caos o las correcciones.
3. Busca valor: A veces, en medio de la euforia, hay activos sólidos que pasan desapercibidos.
4. Mantén liquidez: Las correcciones traen oportunidades, pero hay que estar preparados para aprovecharlas.
Así que, la verdadera lección aquí es que los mercados siempre encontrarán su equilibrio, y nosotros debemos estar preparados para adaptarnos, aprender y, sobre todo… aprovecharlo.
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