Capacidad de adaptación y optimismo para afrontar los próximos 25 años
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Capacidad de adaptación y optimismo para afrontar los próximos 25 años

Capacidad de adaptación y optimismo para afrontar los próximos 25 años

 “Al principio eran unos pocos industriales valientes que buscaban una embarcación más ágil y personalizada que los grandes paquebotes de la inversión tradicional

–  Alberto Carnicer, fundador de Acacia Inversión

Allá por 2016 recibí una llamada de mi amigo y excompañero Germán García: “Iñigo, me he incorporado a Acacia Inversión junto con Miguel Roqueiro y nos gustaría reunirnos contigo para empezar a trabajar en nuestra comunicación corporativa”. Desde entonces ha llovido mucho, figuradamente claro, pues en Bilbao llueve menos de lo que la gente piensa, especialmente aquellos que no han vivido allí.

El mensaje era claro: “queremos que nuestros clientes y aquellos que no lo son entiendan el valor añadido que supone tener contacto directo con los gestores (con los que están encima del mercado) y coinvertir con socios, compañía y empleados, además de contar con todo el asesoramiento financiero y la planificación que cada cliente desee”. El matiz era y es relevante pues en un sector en el que la gestión de activos y el asesoramiento financiero tienden a ir por separado, mantener una relación directa con el gestor de las inversiones (más allá de conferencias anuales) resultaba y resulta diferencial.

En los últimos 6 años, he colaborado con Acacia, junto con el equipo de iDen Global (Juan, Ángel y Adrián), en todos los desafíos de comunicación que surgen de forma natural en el desarrollo de toda empresa ambiciosa. En estos años hemos comunicado resultados de los fondos, nombramientos y fichajes, lanzamiento de nuevos fondos de inversión y aniversarios de fondos ya bien consolidados, apertura de nuevas oficinas, incorporación del canal digital para clientes y nuevos clientes, y mucho más. He podido ver cómo una firma consolidada en el País Vasco se transformaba para empezar a competir a nivel nacional tanto en producto como en servicio.

En esta estrategia, resulta diferencial la comunicación en el blog de Acacia. Además de mojarse con la visión de mercados, sus artículos desglosan –con más detalle incluso del recomendado comercialmente– las decisiones tomadas de forma transparente y aportan información de alto valor para sus coinversores. En su sección Porque No Sabemos De Todo (PNSDT), se ha querido dar voz a otros profesionales del sector para que compartan su visión de los mercados, la actualidad o la inversión, haciendo así tangible la independencia que forma parte de su ADN empresarial. Artículos como “Estábamos preparados para una riada y llegó un tsunami”, publicado en el momento álgido del crash de los mercados provocado por la pandemia o “Parte de guerra”, explicando la hoja de ruta a seguir por el equipo de inversiones tras el inicio de la guerra en Ucrania, son, en mi opinión, una buena muestra de este esfuerzo.

La capacidad de adaptarse

Se suele decir que fuera de Madrid o Barcelona resulta difícil desarrollar un negocio en el sector financiero. A los bajos niveles de cultura financiera generalizada, la bancarización extrema (incluso en los pueblos más pequeños), un marco regulatorio que no termina de impulsar la actividad del asesoramiento financiero y la proliferación de servicios y plataformas digitales, hay que sumar, además, una cuestión demográfica: las pequeñas ciudades han perdido población y riqueza en favor de las más grandes.

Por ello, el resultado de Acacia tras 25 años de actividad tiene un valor doble pues no solo ha mantenido la confianza de sus clientes durante un lustro, sino que además ha sabido atraer a cientos de nuevos ahorradores hacia el asesoramiento financiero independiente. No en vano, la celebración de su 25 aniversario reunió a más de 200 personas en la sorprendente Sociedad Filarmónica de Bilbao para escuchar el debate “Pasado, presente y futuro” entre Antonio Garrigues Walker e Iñaki Gabilondo, moderado por Alberto Carnicer y Miguel Roqueiro.

Acto 25 aniversario | Acacia Inversion

Durante el acto, Iñaki Gabilondo felicitó personalmente al equipo de Acacia por haber sabido adaptarse, cualidad que el periodista de San Sebastián consideró como la clave del éxito empresarial en las últimas décadas. El futuro resulta incierto, pero como consultor, si se dispone de la flexibilidad y la visión largoplacista que exige todo cambio en el entorno, los problemas pueden convertirse en oportunidades.

¿Y cuáles son esos retos?

Desde la perspectiva que da nuestro trabajo, quiero compartir con vosotros desde esta tribuna cuáles son, en mi opinión, esos retos para el sector financiero en el entorno digital, que son diversos y de difícil clasificación. Podríamos hablar de los cambios en la psicología del inversor y sus exigencias, una legislación que no termina de favorecer la actividad independiente y la falta de nuevos profesionales que faciliten el relevo generacional, entre otros. Sin embargo, quiero centrarme en aquellos aspectos que mejor conozco como consultor de negocio digital especializado en el sector financiero.

Las grandes entidades están muy adelantadas en la transformación digital que el presente exige, y por el contrario la mayoría de las empresas pequeñas y medianas tienen todavía un largo camino que recorrer. Entre los fenómenos más destacados, quiero señalar tres:

1) La transformación digital de los servicios financieros y de inversión: los inversores modernos ya esperan poder suscribir un fondo de inversión desde una página web (en detrimento de sus bancos, que lejos de facilitar la distribución de vehículos de inversión no bancarios ponen trabas a todo lo que no sea producto propio), una zona privada donde consultar sus posiciones y resultados, información periódica sobre la evolución de las inversiones y la visión de mercados o la resolución online de todas las posibles incidencias de los partícipes. Todo ello sin perder la cercanía con el equipo gestor ni el contacto directo con su asesor financiero. Los más exigentes también quieren realizar todas sus operaciones de forma totalmente autónoma, y si además es desde un dispositivo móvil mejor todavía. Todo este proceso ha resultado en un avance enorme que ha favorecido un acceso a los productos de ahorro e inversión inédito en España hasta hace pocos años, pero es un proceso inacabado en el que todavía queda mucho camino por recorrer.

El negocio de la distribución de fondos de inversión, totalmente controlado por las redes de distribución bancarias, tiene pendiente una última vuelta de tuerca a su liberalización real, legislación mediante. El objetivo ideal es que los ahorradores puedan invertir en cualquier producto financiero que deseen sin trabas por parte de las entidades bancarias, rompiendo el dominio de las redes comerciales y abriendo una nueva ventana de oportunidad a la gestión de activos y el asesoramiento financiero independientes, dos sectores que todavía esperan (¿en vano?) el impulso definitivo por parte de la Administración Pública.

2) Los nuevos y antiguos competidores: de la transformación digital que ha disfrutado el sector durante las últimas décadas han salido muchos nuevos proyectos con una base 100% tecnológica, desde roboadvisors a gestores automatizados que han dinamizado el abanico de servicios que un cliente podía encontrar. También se han desarrollado nuevas tecnologías que han facilitado la labor comercial de las firmas independientes como el onboarding digital o la firma electrónica de documentos.

Resulta previsible que esta tendencia continúe durante los próximos años con nuevos modelos de negocio (supermercados de fondos abiertos, suscripciones a servicios de análisis y asesoramiento, etc), aterrizaje de compañías internacionales disruptivas o la entrada en el sector financiero de entidades que hasta ahora no se dedicaban en exclusiva a otra actividad (desde comparadores hasta buscadores como Google). Además, resulta muy complicado anticipar las consecuencias de cambios en la legislación que regula la actividad de la gestión de activos y el asesoramiento financiero.

3) Otro de los retos que determinarán el éxito de las firmas financieras será su relación con las nuevas generaciones, unas generaciones mucho más digitales, con mayor interés por la inversión y el ahorro y sin tantas barreras para la adopción de nuevos modelos de asesoramiento financiero y gestión patrimonial. La crisis financiera y sus repercusiones posteriores así como las diversas y recurrentes advertencias sobre el futuro del sistema de pensiones han hecho mella en los nuevos ahorradores, cada vez más concienciados con la necesidad de ahorrar e invertir para cubrir sus necesidades futuras. Este fenómeno representa tanto un desafío como una oportunidad.

Pero no solo entre los jóvenes han calado estas advertencias. Los ciudadanos en general también han mostrado un mayor interés por sus finanzas personales en encuestas y estudios, lo que amplía la oportunidad a un abanico mucho mayor de inversores. Asentada la era de la transparencia y la cercanía en la comunicación, en las próximas décadas el reto estará en el análisis de grandes volúmenes de datos y su integración directa en el modelo de negocio de las empresas.

Con esta visión del devenir del sector y a la luz de los acontecimientos de los últimos años, las empresas que sean capaces de aprovechar con agilidad y astucia las oportunidades que ofrece el entorno digital, tendrán una ventaja competitiva frente a grandes entidades bancarias y firmas internacionales. Además, las compañías independientes deben seguir esforzándose en contar con profesionales expertos y comprometidos –tanto con sus clientes como con la sociedad–, buscar la excelencia en el servicio y ofrecer una propuesta de valor diferencial.

Desde esta humilde tribuna, que agradezco a Acacia Inversión, solo puedo esperar y desear que tanto legisladores como supervisores faciliten este camino, apoyando el desarrollo de las firmas independientes en favor de una mayor libertad financiera de todos los ciudadanos. En esa realidad futura, las firmas que han demostrado una gran capacidad de adaptación, tendrán mucho que aportar y ganar. Confiemos en que este escenario se haga realidad antes de que celebremos el 50 aniversario.

En su obra “La paradoja del tiempo”, los psicólogos John Boyd y Philip Zimbardo postulan que nuestras ideas del pasado y del presente determinan en buena medida nuestra visión del futuro, y viceversa. Así, con un pasado sólido y un presente positivo, recupero la cita de Antonio Garrigues durante la mencionada celebración de aniversario: “el derecho al pesimismo resulta cuestionable”.

Enhorabuena por estos 25 años y mis mejores deseos para los próximos 25.

 


Con la sección “Porque no sabemos de todo” buscamos ofrecerles otras opiniones, las de grandes profesionales del sector de la inversión. Acacia Inversión se enorgullece de contar con las aportaciones de nuestros invitados y está muy agradecida por su colaboración, aunque debemos advertir que las opiniones que ellos expresan en sus artículos pueden no coincidir necesariamente con las de nuestro equipo. Algo que, en todo caso, es un motivo más de satisfacción pues muestra la absoluta libertad que queremos ofrecer a los invitados, en beneficio de nuestros clientes.

Iñigo Petit Zarzalejos
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